domingo, 17 de octubre de 2010

Epístola a ti

Acaricio tus cabellos dia a dia,
noche tras noche,
Segundo a segundo,
Entre momentos de dicha y alegria,
En la lejania de los recuerdos,
En la profundidad del misterio,
En la incognita de tus besos.

Con miradas a tu morada,
Regreso al sendero trillado del tiempo,
Recojo petalos marchitos entre sentimientos que envejecen,
Entre la voluntad de un encuentro inesperado,
De ser victimas de la casualidad,
Pero no complice de la causalidad.

Porque acaricio tus cabellos,
Porque me embriago de recuerdos,
Porque hay interrogantes,
Porque duermo en tu pecho,
Porque no se vivir de momentos,
Porque te quiero aqui adentro,
Porque los sentimientos nacen, maduran y mueren,
Porque la logica te detiene,
Porque eres la rosa entre la maleza,
Porque somos prohibidos.

Y una vez mas el tren pasa y no se detiene,
Las dulces miradas no dejan mas que incognitas y huellas en la mente,
Las horas se hacen eternas en la espera,
Y la espera se impacienta por morir.

Aunque el cielo tenga defectos,
No es un ser defectuoso,
Aunque nos falten algunos tornillos,
Somos perfectos en nuestra imperfeccion.

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