Al viento todas las letras sin sentidos, razónes, o fronteras.
La vieja tinta, cansada y desgastada se desvanece entre la desilusión del adiós del mensaje que llevaba.
Al piso la botella fría y frágil, entre trozos, desastre y cenisas, sufre la agonia de una muerte pronunciada.
A los bolsillos las manos desesperadas por sostener una nota añorada y conservada, 10 minutos con 29 segundos una vez cada mañana.
Al adiós a todos los sueños perdidos en desepciones y caminos tardíos, en las
Tardes aburridas, escondidas en un domingo.
No seguiré sentado en la misma banca frente a la inmencidad de los sueños, las frías gotas del tiempo comienzan a empapar el cuerpo vacio y arapos arrancados, de álgunas fotos rotas y en polvo olvidadas.
Al olvido un par de recuerdos, palabras y fantasías.
consuelo, amiga de una amiga, vendrá mañana en la mañana,
entre corrientes de humo y sueños nuevos , con alegrías escondidas y miradas a la nada.
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